Ante la crítica situación de la distribución de agua, el ingeniero Francisco Arteaga señala que la ampliación de la planta de tratamiento de agua potable (PTAR) de Curumuy es una solución viable ante el desabastecimiento.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 30 mayo, 2024.La Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) de Curumuy es una de las principales fuentes de agua potable en la provincia de Piura; sin embargo, aunque su capacidad de diseño, original era de 1400 litros por segundo, actualmente su caudal de diseño es de 640 l/s y su capacidad de operación es de solo 550 litros por segundo, refiere el investigador y docente de la Universidad de Piura, Francisco Arteaga, especialista en recursos hídricos y en tratamientos de agua potable.
Explica, también que, si bien Piura y Castilla reciben agua de dos fuentes (de 30 pozos tubulares y de la planta de Curumuy), el 90% del agua de los pozos subterráneos contiene un alto contenido de sales (hasta 800 mg por litro, cuando nos deben superar los 250 mg) afectando los estándares de calidad del agua. También la dureza de algunos pozos supera el valor permitido para agua potable.
En atención a ello, la Facultad de Ingeniería de la UDEP propone la ampliación de la PTAR de Curumuy, que permitiría aprovechar el agua del canal de trasvase, con una capacidad de 74 metros cúbicos por segundo, para abastecer a la población con agua de calidad durante los próximos 30 años, señala el ingeniero Arteaga.
Una vez realizada la ampliación de la PTAP de Curumuy, agrega, se requeriría construir tuberías matrices para alimentar los depósitos elevados existentes y algunos por construir, y desde estos depósitos elevados alimentar las redes de distribución y llegar al usuario final. Ello porque, actualmente “el sistema no está preparado, porque ha crecido de manera anárquica y desordenada. No hay diámetros con las capacidades suficientes para ir hacia los usuarios más alejados del sistema”, explica Arteaga Núñez.
El profesor de la Universidad de Piura enfatiza que los estudios técnicos existen y demuestran que la ampliación de Curumuy es la solución más viable para resolver la crisis del agua en Piura. “La decisión de mejorar la planta de Curumuy depende de la clase política”, concluye.